La palabra...

LA PALABRA es convertirse: quiero convertirme en un reno, en un cactus, en un piano, en Lady Godiva; me gustaría vivir comiendo nectarinas, allí a lo lejos, en los árboles atónitos del extrarradio, mientras me paso las horas ensayando las posturas de mis actrices favoritas. Que nadie me cace, que nadie me ponga un nombre, que no se me identifique con nada, yo no nací en lugar alguno, nunca estuve en ningún sitio, a nadie conozco, jamás amé nada, yo solo soy una mano y un bolígrafo: mirad cómo se mueve mi mano, mirad los signos que dibuja mi bolígrafo.