LAS 脷NICAS veces que cruc茅 un puente fue para cambiar de t煤nel; soy como un sol negro que de tan cansado ya solo irradia sombras; mi manera de brillar es revolcarme en mis cien variedades de barro. He huido, he viajado, dej茅 a mi familia y dej茅 a mis amigos, pero todo fue en vano porque siempre me llevaba conmigo, soy la traidora que se par贸 para siempre en la misma historia y la misma p谩gina y el mismo libro. Disfruto de un descanso, sin embargo, que llega durante los solsticios; entonces me brota una alegr铆a maligna y me lleno de una esperanza negra: ¡Es hora de conocer otros s贸tanos! ¡Tengo que mudar de buitres! ¡Es tiempo de cambiar de monstruos! ¡Necesito un nuevo callej贸n sin salida!