El corazón tose...


EL CORAZÓN TOSE, los pulmones fallan, la pelagra sonríe, el cactus enfermo de mi mente avanza hacia un desierto tirado por mastines de siete silencios, la tierra se borra, la memoria cede, las mujeres se marchan, ya no soy una persona, ya no soy un piano, parezco una silla rota al fondo de la sala de conferencias, parezco un tocón cualquiera en el bosque de castaños talados, nadie me conoce, nadie me lee, hace tiempo que perdí todas las esperanzas, dejé los panales, rechacé las mieles, fundé la antiabeja, entré en coma, soy un poeta al que se le han acabado los síes, soy un poeta que ni siquiera frotando dos palitos encuentra los síes de antaño, ya solo me quedan piedras, solo me queda plomo, nada más que sombras y maldiciones, maldigo a las fresas, maldigo a los viernes, maldigo a las orugas procesionarias que depositan su excrecencia en las urnas blancas, maldigo a las personas buenas y a las personas honradas, maldigo a los tiovivos y las peonzas, maldigo a las corbatas.